Graflavor: un nuevo sistema de captación de contaminantes olfativos
Las aguas de proceso que resultan de la fabricación de aromas contienen restos de los productos ‘aromáticos’ fabricados en cantidades que no representan ningún peligro ni para la salud pública ni ambiental. Aun estando presentes en niveles que cumplen la normativa, la presencia de estos residuos se convierte en un problema molesto de impacto olfativo, que resulta demasiado elevado.
Para tratar de encontrar una técnica innovadora que solucione este problema y minimizar su impacto, la empresa Hausmann – especialistas en la fabricación, desarrollo e innovación de aromas para la industria de la alimentación, dietética, farmacia y cosmética – y el Laboratorio de Nanotecnología y Materiales Avanzados del Grupo de Ingeniería de Materiales – GEMAT – de IQS han colaborado en el proyecto Graflavor, finalizado recientemente y financiado dentro del programa INNOTEC d’ACCIÓ, la agencia para la competitividad de la empresa del Departament d’Empresa i Coneixement de la Generalitat de Catalunya.
El óxido de grafeno es el protagonista de esta innovadora solución, actuando como agente secuestrante de los restos de aromas presentes en las aguas de proceso. De aquí la participación del Laboratorio de Nanotecnología y Materiales Avanzados de IQS, dirigido por el Dr. Carles Colominas, cuyos investigadores aportan su experiencia en la investigación y utilización del grafeno y de sus derivados.
Óxido de grafeno para capturar los olores
El proyecto Graflavor ha permitido la creación de un nuevo sistema de purificación de las aguas de proceso en la obtención de aromas, con el desarrollo de un absorbente basado en óxido de grafeno, capaz de capturar los contaminantes olfativos presentes en estas soluciones acuosas de manera selectiva.
A diferencia del grafeno, el óxido de grafeno no tiene las ‘súper propiedades’ de conducción eléctrica y térmica del primero, pero si una gran área específica y una elevada capacidad de interaccionar con otros compuestos. Se tratan de láminas de grafeno modificado, agrupadas en multicapas, con multitud de grupos funcionales oxigenados presentes en las propias láminas. Esta forma ‘oxidada’ del grafeno es la que actúa como captador de los olores residuales presentes en las aguas de proceso, limpiándolas para poder darles una nueva salida como aguas reutilizables.
Los objetivos de Graflavor se han alcanzado en la fase piloto, habiéndose desarrollado un nuevo material basado en óxido de grafeno, el cual ha sido ensayado en pruebas de laboratorio, donde ha cumplido la función asignada.
En palabras del Dr. Carles Colominas, “el proyecto Graflavor nos ha permitido desarrollar un nuevo material que contiene óxido de grafeno y que ha permitido diseñar un nuevo proceso de captura de restos de aromas en aguas. Una vez más, la versatilidad y las propiedades de los derivados del grafeno nos han sorprendido extraordinariamente”.
Accede a más información: La empresa Hausmann e IQS crean un nuevo sistema de purificación de aguas