Anticuerpos activables en terapias dirigidas
Entre todos los tipos de cáncer, uno de los más prevalentes y con peor pronóstico es el glioblastoma multiforme (GBM). El GBM es un tumor cerebral muy invasivo contra el cual los tratamientos actuales no son eficaces. Se trata de un tumor muy heterogéneo y que, para abordar su tratamiento, es necesario erradicar diferentes tipos de células responsables del crecimiento, la resistencia y la regeneración del tumor.
Los anticuerpos ofrecen opciones de tratamiento eficientes para muchas enfermedades, especialmente en oncología, ya sea como moléculas terapéuticas o para el direccionamiento de otros fármacos hacia el lugar del cuerpo afectado. Sin embargo, las moléculas diana a menudo están presentes no sólo en el tumor, sino en otros tejidos sanos. En los últimos años, se ha demostrado que anticuerpos sensibles a estímulos específicos del tumor son capaces de reconocer selectivamente las dianas que se encuentran en las células tumorales. Así pues, estos anticuerpos activables pueden ayudar a desarrollas terapias dirigidas más eficientes.
El Dr. Benjamí Oller, investigador del Grupo de Ingeniería de Materiales – GEMAT – de IQS School of Engineering, trabaja en el desarrollo de una terapia dirigida que pueda abordar con éxito los tratamientos de glioblastoma. Su investigación en IQS empezó en 2019 con un proyecto Marie Sklodowska-Curie llamado TargetGBM. Recientemente, el Dr. Oller ha conseguido una ayuda del programa “La Caixa” Junior Leader Fellowships para profundizar en su investigación.
Siguiendo el camino iniciado en estos dos proyectos, el equipo de investigadores que lidera el Dr. Oller trabajan en el desarrollo de diferentes terapias dirigidas activables con anticuerpos y péptidos. Ahora, el Dr. Oller ha recibido una ayuda del programa Semilla de la Asociación Española Contra el Cáncer – AECC – para trabajar en un nuevo tipo de anticuerpos activables contra un determinado marcador de células cancerígenas resistentes.
Esta nueva de tecnología de anticuerpos activables podría permitir la creación de nuevas terapias dirigidas, especialmente a células tumorales, con mayor eficacia y seguridad.