Entrevista a Oriol Martínez Huguet, CEO de GasN2

¿Cómo nace GasN2? ¿Cuáles son vuestros objetivos y vuestra oferta de servicios?
GasN2 nació en 2009. En aquel momento, yo trabajaba como Product Manager de la línea industrial de equipos para una reconocida empresa en el mundo de la cromatografía. Contrasté que las máquinas que venían eran muy mejorables a nivel de prestaciones, eficiencia, diseño… y propuse a la empresa construir un prototipo propio. En pocas semanas construimos uno funcional y muy equiparable a los que importábamos, pero la empresa no apostó por continuar el proyecto.

Llegados a este punto, la semilla del emprendimiento ya se había sembrado: no me pude quedar con lo que tenía; no me sentía cómodo ofreciendo una solución al mercado que, para mí, era claramente deficiente. Y fue así como, poco tiempo después, fundé GasN2: primero, desde el parking de casa, incluyendo productos de otras empresas para poder seguir adelante. Pero rápidamente ofrecimos exclusivamente nuestras propias soluciones y tecnologías.

Los objetivos como empresa han sido claros desde el principio: ser un referente en el mercado de gases industriales, aportando soluciones innovadoras, eficientes energéticamente, que aporten valor añadido a los negocios de nuestros clientes y que supongan un ahorro económico claro para el proceso industrial. Todo esto, manteniendo un firme compromiso por el trabajo bien hecho, trabajando de forma respetuosa con el entorno y con una dedicación especial al diseño y desarrollo de nuevas soluciones cada día.

¿A qué sectores dirigís vuestras tecnologías y servicios? ¿Ofrecéis soluciones ‘personalizadas’?
Ofrecemos tecnología propia para envasado en atmósfera protectora, túneles de frio y ultracongelación, equipos de recuperación de dióxido de carbono, secadores… donde más presencia tenemos es en el mundo alimentario, con un gran abanico de aplicaciones, pero todas estas tecnologías pueden aplicarse en muchos otros procesos productivos de diversos sectores.

Actualmente, tenemos tres líneas de producción consolidadas: la línea de los generadores/separadores de gases cromatográficos, la línea de equipos de ultracongelación y la de secadores. En el caso de los primeros, los generadores cromatográficos, nos encontramos desde industrias que utilizan nitrógeno para el corte por láser hasta equipos de oxigeno medicinal del 93%. Aquí, ofrecemos soluciones in situ para la obtención de gases de pureza ajustable a los requerimientos del proceso de forma eficiente y económica.

Los equipos de ultracongelacion suponen un cambio de paradigma en el mundo del frio industrial, mediante una tecnología nueva que permite llegar a temperaturas de -80ºC.

Por último, la línea de secadores es la más nueva y nos abre la puerta al sector alimentario de secados y curados. En este caso, también le hemos dado la vuelta a la forma de hacer las cosas, optando por sistemas muy diferenciados de los tradicionales y con ahorros energéticos que superan el 50%.

Siempre adaptamos nuestros productos a las necesidades de los clientes, esta es una de las ventajas que supone disponer de tecnología propia: tienes el know how. Nuestros equipos son ‘personalizables’, ya que siempre se escoge el modelo o configuración que se adapta más al proceso productivo donde se quiere implantar. Además, como se trata de instalaciones de cierta envergadura, hace falta un trabajo de planificación y ajuste en función de las propias instalaciones del cliente. Por último, siempre acabamos ofreciendo opciones híbridas entre nuestras distintas líneas de producción, adaptándonos a lo que necesite el cliente para mejorar su proceso productivo.

Vais así más allá de los conceptos de sostenibilidad y protección del medio ambiente.
Para  nosotros, estos conceptos son clave. Como decía antes, no se trata solo de innovar. Las cosas nuevas no son buenas solo por el hecho de serlo, sino porque aportan algo más. En nuestro caso, mejorar los procesos establecidos es fundamental y, en este punto, hay que ver qué pasa globalmente. En la mayoría de casos, estamos hablando de eficiencia energética, de costes, de cómo se lleva a cabo el proceso y con qué energía. Y, sobre todo, ¡de donde sale esa energía!

En nuestro departamento de I+D+i, que representa un 20% de nuestra plantilla, una de las tareas más importantes del diseño recae en hacer los procesos más eficientes en todos los aspectos posibles: desde conseguir que, efectivamente, el proceso consuma menos energía, pero también en cuestiones como valorar cuales son los componentes más adecuados para hacer un equipo: ¿desde dónde los tendré que importar?, ¿Son piezas/elementos que dan buenos resultados con el tiempo?, ¿Cómo serán los mantenimientos?, ¿Tenemos soluciones más próximas al alcance que nos ofrezcan las mismas prestaciones?

No se trata solo de ver la fotografía de una maquina una vez instalada, sino todo lo que sucede desde el diseño conceptual hasta su implantación final en la empresa y su obsolescencia. Esto es lo que realmente aporta valor añadido y personalizado a todo lo que hacemos en GasN2 y que se refleja en el ahorro hacia el cliente y en la mejora del proceso productivo.

Eres Ingeniero Químico IQS. ¿Qué recuerdas de tu paso por el centro universitario? ¿Algún aspecto destacable?
Lo recuerdo con mucho cariño. La época universitaria es única en muchos aspectos. Resumiendo mucho, es el periodo de la vida en el que te conviertes realmente en el hombre (o mujer) que serás el resto de tu vida. Es un periodo de formación pero también de exploración, y en el “Químico” fue una experiencia maravillosa.

Para mí, uno de los aspectos más destacables fue poder trabajar en el laboratorio prácticamente desde el primer día de carrera. Creo que para todos los exalumnos que hemos pasado por aquí, este hecho nos otorga un cierto bagaje previo, del cual no somos habitualmente conscientes, pero que marca la diferencia con otros centros educativos una vez te incorporas a la vida laboral.

GasN2 tiene una sólida relación con IQS. ¿Cómo fue la experiencia de colaborar en el Doctorado Industrial que llevasteis a cabo conjuntamente?
Para nosotros fue un proceso casi inevitable. Habiéndonos formado en IQS, y teniendo en el Diseño y Desarrollo nuestro puntal de futuro como empresa, fue natural que se produjera una colaboración de este tipo. De aquel doctorado, se desarrolló un prototipo de separación de CO2 a partir de gases de combustión, que actualmente se está implantado en diversas empresas y que llegara a ser una nueva línea consolidada de producción en GasN2.

Pero no todo acabó aquí, en GasN2 siempre tenemos lugar para el desarrollo de nuevas tecnologías y para mejorar las ya existentes. Por esto, nutrirnos de una relación como la que tenemos con IQS es básico. Actualmente, tenemos 16 proyectos de I+D+i activos, con un total de 8 personas dedicadas, 4 de ellas estudiantes en prácticas.

De hecho, pensamos que la relación entre Industria y Universidad debería ser, en general, mucho más estrecha de lo que es en la práctica (¡no solo nosotros con IQS!). Las universidades deben poder trabajar con las necesidades de desarrollo de las industrias y así nosotros poder nutrirnos de su conocimiento del State of the Art. A la vez, las empresas deben comprender que las universidades tienen unas necesidades, una visión y una forma de trabajar los proyectos más a largo plazo. Es un equilibrio ciertamente complejo pero necesario en esta simbiosis Empresa-Universidad que, al final, revierte de forma positiva en toda la sociedad.

Recientemente formáis parte de la Fundación Empresas IQS. ¿Qué representa para vosotros? ¿Qué esperáis de esta nueva colaboración?

IQS se fundó para formar universitarios con conocimientos muy sólidos que les permitieran fundar y dirigir las empresas líderes del mundo químico en la sociedad catalana del futuro.  Estos mismos universitarios, cuando llegan a posiciones de liderazgo como empresa, necesitan el apoyo de instituciones como la Fundación Empresas IQS, para conseguir la visibilidad de este liderazgo. Sigue siendo la misma relación simbiótica que hablábamos antes entre Empresas y Universidad: necesaria y enriquecedora para ambas partes.

Para mí, formar parte de la Fundación representa a la vez un orgullo como exalumno y una necesidad para consolidar nuestra empresa como referente de tecnología en el mundo de la Química.

GasN2 tuvo un papel destacado en la peor parte de la pandemia que vivimos. ¿Crees que hemos aprendido alguna cosa, como sociedad, de todo lo que nos está tocando vivir?
¡Esta sí que es una pregunta difícil de responder! La verdad es que quiero pensar que si…
Para nosotros, la pandemia ha supuesto trabajar más que nunca. Durante la primera la, la más dura, seguimos ofrecido nuestros servicios habituales, muchos de ellos enfocados a un sector alimentario que no solo no se desaceleró, sino que tuvo que dar respuesta a las necesidades de una población confinada, que hacia todas las comidas en casa y que valoraba los alimentos envasados en atmósfera protectora, más limpios y estériles que los servidos en mostrador.

Pero la cosa no quedo aquí. Además de seguir con el día a día, desarrollamos y certificamos dispositivos médicos de respiración autónomos, los DAR, para que los centros hospitalarios dispusieran de una alternativa fabricada en el país, en un momento de gran escasez de materiales. Esta fue una carrera muy intensa donde los trabajadores se implicaron al 100’% y la colaboración con entidades médicas como el Hospital Mutua de Terrassa, el Hospital de Vic o el Hospital Clínic de Barcelona fue total. De esta iniciativa para paliar las consecuencias de la pandemia, GasN2 ha recibido diversos reconocimientos y menciones, de entre los que destacan el premio Industria 4.0 2020, o el IV premio Nacional PYME del año 2020 por la mejor iniciativa en la lucha contra la Covid19. A partir de aquí, GasN2 ha seguido trabajando en avances para el sector médico y ya disponemos desde el 2021 de nuestros propios equipos certificados por la AEMPS para abastecer de oxigeno del 93% a los centros hospitalarios, un hito conseguido en un tiempo record.

Globalmente, para GasN2 podríamos decir que estos últimos años han sido un empujón hacia nuestra empresa de futuro. Una revolución interna. Para el conjunto de la sociedad, no lo tengo tan claro, pero lo que es seguro es que ha sido una sacudida impresionante. La pandemia y todo lo que ha supuesto a nivel de restricciones, dificultades y situaciones que nunca nos hubiésemos imaginado, nos han puesto frente al espejo, nos han enseñado la mejor y la peor de las caras de nuestra sociedad. Si de esta hemos aprendido alguna cosa, será una cuestión que solo el tiempo responderá.